La suelta

En algunas especies aéreas se da lo se conoce como “suelta”. Esto ocurre en aquellas en las que el aprendizaje del neófito se hace “tipo autoescuela”. Se da en vuelo sin motor, en ultraligeros y aviación deportiva. Allí, el alumno aprende (algo) acompañado de un instructor-ángel-de-la-guarda, y se dispone de doble mando. El alumno se suele encontrar cómodo en esta fase, porque sabe que haga lo que haga, lo arreglará el otro. Pero siempre llega el momento (pronto o tarde), en que hay que volar sólo. A eso se le llama “la suelta”. Es un momento cuando menos delicado, tenso, pero que normalmente suele acabar bien. Hay gente que dice que eso no le afecta nada. Bueno, o bien es mentira o es verdad (y entonces le falla algún circuito neuronal).

En el video adjunto vemos una situación, que describe el estado de ánimo de este momento:



Ahora bien al algo mucho peor que la suelta. Y es el hecho de que no exista, que no se pueda dar. Me refiero a otras disciplinas en las el aprendizaje es de tipo “tutelado a distancia” y los vuelos se hacen siempre sólo. Por ejemplo en el Ala Delta. Allí lo que se da en realidad es muchas sueltas, autosueltas. El estado de ánimo de esas situaciones es difícil de describir. No es agradable. Será algo parecido a ir a la guerra. Ahora eso sí, cuando el vuelo ha acabado con éxito, no hay nada parecido….

En el siguiente vídeo vemos un despegue en ala delta. El despegue de la rampa de Loarre (Huesca) es muy parecido. Una rampa elevada de madera, tres pasos y el vacío. Se parte de velocidad cero, y en tres pasos se tiene que tener velocidad de vuelo. La primera vez que se va a hacer esto…..y la segunda, la tercera,….: