Fusilo, directamente, de
"La Frase Progre, la izquierda y sus memeces":
"Hace un tiempo, volar era una experiencia exótica; ahora, no solo es mundana, sino que el daño que se le causa al medio ambiente es insoportable"
(Stephen Bayley, en The Guardian)
No es solo la frase, sino el resto del artículo. Hace mucho tiempo que no leía tal suerte de sandeces, lugares comunes y muestras de esnobismo. Este pájaro, Bayley, básicamente se queja de que la llegada de competencia al mercado de la aviación ha permitido la creación de líneas de bajo coste, que posibilitan que aquellos que no podían permitirse viajar en avión puedan ahora hacerlo. Y al tío le parece mal, claro.
Como siempre, la excusa es el medio ambiente. Claro, cuando se vuela, se quema combustible, y eso produce contaminación. Pero, la alternativa, ¿cual es? ¿Dejar de volar?
Por supuesto. Es lo triste. Ahora que todo el mundo puede permitirse coger un avión, o tener un coche, o hacer un crucero, la idea de los políticos y de la progresía es simplemente prohibirlo. ¿Cómo? Muy fácil, con los impuestos. Recordad que Chirac ya ha puesto una "tasa solidaria" en los viajes aereos a la France. Veremos cuanto tiempo pasa antes de que Zapatero o cualquier otro progre bienpensante y salvador de almas proponga imponer "tasas verdes" sobre los vuelos para que solo ellos, los políticos, puedan permitirse viajar. A nuestra costa, claro. Por ejemplo, a la Mareta, como hace nuestro solidario presidente.
Durante años, los gobiernos han mantenido monopolios en el transporte aereo, impidiendo volar a aquellas clases menos favorecidas, que curiosamente coincide con aquellos a los que dicen defender. Ha sido abrir un poco la puerta a la libre competencia, y los precios han bajado y ahora muchas más personas pueden permitirse un viajecito al Caribe. Demasiado bonito para ser verdad. Necesitamos que ellos, los burócratas, no salven de tanto lujo. No tardarán.